Horacio Quiroga fue, en esencia, un cuentista, un experto de la narracio´n breve, para la cual demostro´ estar singularmente dotado, dibujando las pautas a seguir por la literatura hispanoamericana de los an~os venideros. El cuento se considera en estas tierras un ge´nero mayor y Quiroga es su indiscutible maestro. Gracias a su aportacio´n a lo largo de toda una vida, el cuento hispanoamericano logra llegar a su madurez y muestra de ello son las dos narraciones que contiene este libro: Anaconda y El regreso de Anaconda.
La primera relata, mediante un estilo de corte fantástico, la lucha de un grupo de víboras contra el mayor peligro de todas las especies que habitan la selva: el ser humano; mientras que El regreso de Anaconda es la continuacio´n, prometida en su di´a por el autor, después del éxito y el aplauso que supuso Anaconda. Ambas son pequeñas joyas propias del genio latente de este escritor universal.