HÉCTOR JOAQUÍN ABAD FACIOLINCE
La falta de un dedo del pie es la protagonista de la historia y se convierte en el motivo visual que anima las páginas e invita al lector a buscar, contar y perseguir:
Ni siquiera sabia cuál dedo le faltaba. Solo sabia que el gordo no era, porque el gordo estaba ahí, rechoncho, al lado izquierdo del pie derecho. Pero podía ser cualquiera de los otros: el chiquito, el del al lado, el de la mitad, el que en la mano era el índice. Se le había perdido un dedo y no sabia cuál.
El libro trae a cuento, de manera graciosa y casi inocente, temas clásicos de la literatura infantil como los monstruos, los extraterrestres y los juegos, mezclados con sentimientos del amor filial, el amor propio, la inseguridad y la suerte.