Kirikou et la sorcière es un largometraje de dibujos animados de 74 minutos dirigido por Michel Ocelot en 1998. Es una coproducción entre Francia, Bélgica y Luxemburgo.
Karabá es una malvada bruja que domina un poblado en el corazón de África. Kirikú es un niño pequeño, al que pocos toman en serio por su escaso tamaño, pero que es el único que consigue recobrar algunas cosas que la bruja había robado. Es también el único miembro de la tribu que tiene valor para enfrentarse con ella. Es tan listo que nace solo del vientre de la madre y se baña solo.